Hantavirus y roedores

Las “ratas o ratones” de varias especies se encuentran en innumerables ambientes y son transmisores de enfermedades. Las enfermedades que transmiten al hombre en forma directa o a través del ambiente son: triquinellosis, leptospirosis, hantavirus, fiebre hemorrágica argentina y diversas bacterias.

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En nuestra región todos los años tenemos casos de enfermedades vinculadas a los roedores. Sin embargo, este año preocupa particularmente el número de casos diagnosticados con Hantavirus. Los mismos fueron informados en el boletín epidemiológico del Ministerio de Salud y corresponden a la región de Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos.

El Hantavirus es una enfermedad grave que puede causar la muerte. Se transmite por inhalación de aire contaminado del virus, por contacto directo con el roedor, las heces o mordedura. La transmisión entre humanos es poco frecuente y se da sólo en la primera etapa de la enfermedad.

Para su prevención, tenemos que trabajar sobre el control de los roedores. Los mismos están tanto en zonas urbanas como rurales, y su presencia depende básicamente de tener alimento y refugio. En el periurbano pueden abundar debido a la presencia de microbasurales. Lamentablemente podemos ver cómo se sigue infringiendo la ley arrojando los residuos en la periferia de las ciudades a pesar de contar con un buen servicio de recolección. Podemos señalar que en general realizamos una mala gestión de los residuos intra-domiciliarios. Gran parte de lo producido se puede disminuir utilizando los residuos orgánicos para la confección de compost, como viene capacitando el programa ProHuerta de INTA, dándole un adecuado destino nosotros mismos.

En los criaderos de animales intensivos de cerdos, aves, feed lot u otros en los que aparece alimento disponible es muy importante tener un control integrado de plagas, ya que en estos lugares el control se hace crítico, como en la cercanía de donde acopiamos forraje o granos. Por ello se debe tomar las medidas de higiene personal, de precaución y utilizar los elementos de protección necesarios.

En INTA trabajamos por y para muchas personas que se encuentran particularmente expuestas a los roedores, entre ellas quienes realizan sus labores diarias con el ganado, trabajando sus huertas, con apicultores, criadores de aves, agricultores, trabajadores vinculados al almacenamiento de granos, forrajes y balanceados. A estas personas debemos cuidarlas no sólo por cuestiones humanitarias y éticas, sino porque además son el capital más importante que tiene cualquier sistema de producción y por ello deben ser la prioridad.

Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) Casilda.

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