Usos múltiples de la cera de abejas

Este producto tiene una gran demanda a nivel global ya que hay más de 300 sectores económicos que la usan. Las industrias de cosméticos y farmacéuticas son los principales consumidores. Argentina es el tercer mayor productor de cera y exporta los excedentes a Estados Unidos, Alemania y Japón. 

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La apicultura ofrece diversos productos que tienen una alta valoración, entre ellos, la cera de abejas. La misma tiene una excelente demanda a nivel global ya que hay más de 300 sectores económicos que la usan. Las industrias de cosméticos y farmacéuticas son los principales consumidores. Nuestro país es el tercer mayor productor de cera y exporta los excedentes a Estados Unidos, Alemania y Japón.

La cera de abeja es utilizada desde hace miles de años para la clásica fabricación de velas; en la joyería para dar forma y obtener piezas de metales preciosos con la técnica de la “cera perdida”; en componentes de pinturas antiquísimas; en cremas y lociones, entre otros.

En la actualidad es ampliamente usada como agente impermeabilizante para la madera y el cuero, como ingrediente para ungüentos, medicinas, jabones y betunes. En la industria de alimentos, aparece como glaseante o protector de superficies en farináceos, en quesos, frutas frescas, nueces, entre otros. Si bien es utilizada fundamentalmente por el mismo sector apícola, como cera estampada se utiliza como base a partir de la cual las abejas labran los panales y construyen sus nidos, aprovechando la cera de la misma lámina. Este uso permite economizar recursos de la colmena y acelera el proceso de construcción de panales.

Las abejas producen cera a través de 4 pares de glándulas situadas en la parte ventral de su abdomen, una vez secretada la moldean para la construcción de sus panales. En general, el apicultor de nuestra zona la obtiene como un producto secundario de la producción de miel y la intercambia en gran medida por cera estampada. Sólo el excedente es comercializado para otros usos, debido a lo costoso de su producción.

La abeja para producir un kilogramo de cera necesita entre 7 y 10 kg de miel. De esta manera el costo de obtención es alto, pero en el mercado la cera virgen está muy lejos de retribuirlo, ya que difícilmente valga más de 4 – 5 veces el precio de la miel. Por ello, los productores no optan por producir cera para la venta. Lo recomendable sería agregarle valor para mejorar su rentabilidad respecto a la miel y poder diversificar la actividad.

La cera de abejas es versátil y con un gran potencial de aplicaciones industriales, lo que permite proyectar un horizonte con perspectivas de interés si se apuesta al agregado de valor del sector apícola.

Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) Casilda.

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