Más de 500 personas, la mayoría trabajadores, en una mañana muy desapacible, se sumaron a la marcha que realizó la Intersindical de Casilda por calle Buenos Aires, para manifestar el rechazo a las políticas de “los gobiernos”.

El martes 12 del corriente la Intersindical de Casilda realizó una marcha por calle Buenos Aires para manifestar el rechazo a las políticas de “los gobiernos”, como expresa el documento que hicieron público.

Más de 500 personas, la mayoría trabajadores, en una mañana muy desapacible, recorrieron el trayecto desde 25 de Mayo hasta la Plaza de los Mástiles, donde se realizó el acto, entonando la consigna “unidad de los trabajadores y al que no le gusta se jode, se jode”.

Es digno de destacar la actitud de la dirigencia sindical local que, lejos de esperar pasivos las decisiones de las organizaciones provinciales y/o nacionales que generalmente vienen demoradas, salen a la calle a expresarse y son acompañados por sus bases y muchos vecinos.

Documento de la Intersindical de Casilda

Las políticas económicas impulsadas por el gobierno nacional y sostenidas a nivel provincial por los gobernadores tienen por objeto que los trabajadores y los sectores económicamente más débiles paguemos las pérdidas.

El festival financiero, que concentra la riqueza en los más ricos, deja poco margen para la producción real, quitando al pueblo los derechos laborales, que dignifican la vida del trabajador.

El desmantelamiento de la capacidad estatal de regular la economía y la vida de los argentinos deja sin futuro a nuestros hijos, degradando nuestra identidad como trabajadores y como partes de la nación.

La pérdida del poder adquisitivo del salario, junto a la degradación que la inflación hace sobre él, nos motiva a salir a la calle para reclamar por nuestros derechos.

El aumento desmedido de las tarifas, que multiplicó las divisas para las empresas multinacionales que manejan el negocio, vuelcan irremediablemente sobre nuestras espaldas el peso del ajuste.

Los innumerables despidos, que es la forma más cruel de abandonar a los trabajadores a su suerte, muestra a las claras el rostro perverso de los gobiernos, dejando expuesta la orientación de sus políticas y estrategias, de usar empresas y bajar sueldos.

La reforma laboral y jubilatoria expresa también la intención de que los ricos, en el poder del Estado, sólo gobiernan para los ricos, dejando de subsidiar a los más débiles, para financiar la enorme fuga de capitales que protagoniza la suba del dólar.

El acuerdo con el FMI persigue ese mismo fin: vaciar al país de sus riquezas. Este hecho debe ser investigado y esclarecerse, cómo y quiénes se benefician con la especulación financiera.

Sabemos que esta política implica en realidad una pérdida de soberanía, lesionando nuestros derechos como trabajadores y como ciudadanos de esta nación.
Por eso estamos en la calle, para fortalecer la legitimidad de nuestros reclamos. Porque sabemos que la economía debe estar al servicio del trabajador y de la producción y no de la especulación financiera.

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