Permaneció en la cárcel en la isla La Orchila durante 48 horas, cuando fue liberado gracias a la movilización del pueblo y de las fuerzas militares, que se mantuvieron leales mayoritariamente.

La madrugada del 12 de abril militares adversos a Hugo Chávez ejecutaron un golpe de Estado que colocó en la presidencia al presidente de Fedecámaras, Pedro Carmona Estanga. Fue el corolario de una campaña desestabilizadora llevada a cabo por la derecha venezolana encabezada por los medios periodísticos corporativos y dicha central, Fedecámaras, que el día anterior había dejado muertos y heridos.

Cuarenta y ocho horas después, Chávez fue liberado de la cárcel en la isla La Orchila y retomó la presidencia, para la cual había sido elegido democráticamente, gracias a la movilización del pueblo y de las fuerzas militares, que se mantuvieron leales mayoritariamente. El intento de derrocamiento estuvo a cargo de algunos sectores militares y del empresariado, con cierto apoyo de partidos de oposición, medios de comunicación y de la alta jerarquía de la Iglesia Católica.