Se celebra en homenaje a San Francisco Solano (1549-1610). Se eligió esa fecha porque ese día se comenzó a investigar la vida y obra de este apóstol de Perú y Argentina, patrono del Folklore Argentino, vicepatrono de América y protector de la Unidad Familiar.

Acabada la conquista del gran imperio incaico, que se extendía desde el sur de Colombia hasta el norte de Chile y el noroeste de Argentina, los misioneros de las distintas órdenes religiosas iniciaron la evangelización de estos extensos territorios. En Perú el trabajo fue comenzado en 1531 por dominicos y franciscanos; más tarde llegan los agustinos, mercedarios y jesuitas, sin olvidar al clero secular que también participó en este apostolado.

Desde Perú se extendió el cristianismo por todos los territorios vecinos, como Chile, Bolivia y Tucumán. En tierras del Plata la cristianización floreció cuando en 1547 se estableció por el Chaco el enlace con Perú. A fines del siglo XVI se incluyeron también en el trabajo misional Paraguay y Uruguay.

Se celebra en homenaje a San Francisco Solano (1549-1610). Se eligió el 24 de julio porque ese día se comenzó a investigar la vida y obra de este apóstol de Perú y la Argentina, patrono del Folklore Argentino, vicepatrono de América y protector de la Unidad Familiar.