Si bien necesita un poco más de espacio que otros cultivos de la huerta, este tubérculo puede ser incorporado fácilmente. En nuestra zona, la papa se siembra en agosto y en febrero.

La papa es un tubérculo que si bien necesita un poco más de espacio que otros cultivos de la huerta puede ser incorporado fácilmente.

En nuestra zona la papa se siembra en agosto y en febrero en suelos aireados, de buena estructura, buen drenaje y buen contenido de materia orgánica. Se recomienda que previamente en esa superficie no se haya sembrado alguna solanácea, como pimiento, tomate o berenjena.

Como semillas se utilizan papas brotadas sanas, es decir, sin manchas y con piel uniforme. El peso aproximado de estas “semillas” deberá ser de 50 grs., pudiéndose utilizar papas enteras chicas o en su defecto de tamaño grande cortadas en varios trozos con 1 o 2 yemas u ojos por semilla.

La papa se cultiva en lomos a 70 cm. de distancia, la altura del mismo deberá ser de unos 25 cm. aproximadamente y un ancho de 20 cm. Una vez sembrada se debe cubrir el lomo con pasto seco para mantener la humedad en el suelo y evitar el crecimiento de yuyos.

El riego debe ser regular y no excesivo a partir de la floración. Se recomienda asociar con aromáticas como ajenjo y orégano, y con flores amarillas como copete en verano y caléndula en invierno.

La cosecha de la papa se realiza a los 120 días, cuando el follaje se empieza a secar y la planta va terminando su ciclo. Se debe estar atento al clima y no postergar su cosecha por lluvia ya que puede pudrirse la papa en el suelo. Cada “semilla” sembrada rinde aproximadamente medio kilo.

Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) Casilda.

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