¡¡¡El trigo las liga todas!!!

El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) Casilda, en un nuevo artículo se refirió a la campaña de trigo, que había tenido un comienzo alentador y finalmente no contó con el completo apoyo de parte del clima. De todas formas, destaca la alta intención de siembra del productor.

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Por Inta Casilda

En una campaña que llenaba de promesas a los campos con la vuelta al trigo finalmente el clima no dio su apoyo, al menos no completamente. Sucede que en los últimos 20 años la superficie ocupada con trigo ha ido en descenso; algunos años fueron muy marcados, alcanzando promedios de menos de 25 mil hectáreas en el Departamento Caseros. Pero para la presente campaña, la modificación en las condiciones de comercialización, sumada a la imperiosa necesidad de incluir gramíneas en los lotes, indicaba un importante repunte en la intención de siembra.

El principal problema fue que el caprichoso fenómeno “El Niño” se instaló y marcó registros de precipitaciones con volúmenes importantes en el otoño tardío, provocando retrasos en la cosecha y manteniendo los suelos saturados de humedad, cuestión que imposibilitó el ingreso del cultivo de trigo en muchos lotes. Aún no se ha implantado el 35% del total previsto de la superficie en la región núcleo, y lo que se sembró se hizo un poco tarde y en condiciones de suelos muy húmedos. Si la situación descripta no fuera suficiente, el mes de junio registró más de 10 heladas consecutivas, que si bien en su mayoría fueron más bien leves, se produjeron justo en momentos en que el cultivo es sensible a las mismas: germinación y emergencia. Este combo de heladas, clima frío y suelo húmedo, con prolongados períodos de días nublados, generaron un panorama desfavorable para el cultivo, disminuyendo aún más las perspectivas para los trigos de ciclo corto.

Presentado el escenario es de esperar que pese al estímulo para producir trigo, no se alcancen los niveles pronosticados inicialmente. Lo alentador es que la intención de siembra del productor fue alta, poniendo en realce la necesidad de cubrir los campos con trigo, ya sea por costumbre, por diversificación o por su efecto positivo en el suelo, aspecto que desde INTA Casilda celebramos y animamos.

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