En los primeros días de abril se cosechó aproximadamente el 40 % de soja y el 60 % de maíz de primera. Si bien en general los rendimientos son altos, se encuentran por debajo de las expectativas previas a la cosecha y con una marcada variabilidad. Dicha variabilidad se debió a problemas de implantación, resiembras, sequía en la primera quincena de diciembre, abundantes precipitaciones en enero, granizos y períodos de baja radiación.

En el departamento Caseros, hoy se repite una situación que caracterizó a las últimas campañas: los rendimientos de maíz y soja de suelos ondulados con algunas limitantes productivas (cuenca del Rio Carcarañá o Arroyo Saladillo) tuvieron rendimientos similares, o en algunos casos superiores, a los rendimientos de los suelos planos o planos-cóncavos, con productividad de buena a muy buena (Colonia Las Flores en el distrito Sanford, Paraje la viuda en Arequito, Hansen en San José de la Esquina).

En un análisis retrospectivo, los rendimientos de maíz y soja de la zona de suelos planos o planos-cóncavos son superiores a los rendimientos de la zona de suelos ondulados. En años en que las precipitaciones no superan el promedio histórico, con los clásicos momentos de estrés hídricos, los suelos de la primera zona logran un mayor y mejor aprovechamiento del agua de lluvia, permitiéndole al cultivo un mejor comportamiento y la obtención de mayores rendimientos. Sin embargo, estas condiciones no se presentaron en los últimos años, con precipitaciones superiores al promedio, especialmente en los meses de primavera-verano, cuando estos mismos lotes sufrieron situaciones de excedentes hídricos, con anegamientos, ascensos de napas y pérdidas de rendimientos. Por el contrario, los lotes ubicados en zonas onduladas, contaron con mayor disponibilidad de agua para el crecimiento y desarrollo de los cultivos y el agua excedente no quedó retenida en el lote sino que corrió hacia las partes más bajas.

Este beneficio en los rendimientos, muy visible y fácil de medir, tuvo como contrapartida un precio muy caro, ya que el agua que se fue del lote contribuyó a acelerar y agravar los procesos erosivos, situación no siempre visible. Como es habitual, se ve lo que se quiere ver.

Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) Casilda

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