El grupo Unidos por la Memoria y Ante el Olvido (Umano) emitió un comunicado de prensa, en el marco de los "47 años de aquel nefasto 24 de marzo de 1976 y a 40 años del advenimiento de la democracia en Argentina".

A 47 años de aquel nefasto 24 de marzo de 1976 y a 40 años del advenimiento de la democracia en Argentina, reivindicamos más que nunca la memoria, en tanto acto puro y legítimo de resistencia, y porque fue a su amparo y con su potencia que se creó el grupo Unidos por la Memoria y Ante el Olvido, conocido como Umano. En el año 1995, un grupo de personas nos levantamos contra la desmemoria institucionalizada en la ciudad de Casilda, para visibilizar el silencio cómplice de la comunidad ante la convivencia con un siniestro personaje, Monseñor Eugenio Segundo Zitelli. No era cualquier sacerdote, sino quien encarnó -en la dictadura cívico-militar-eclesiástica- al capellán del Servicio de Informaciones de la Jefatura de Policía de Rosario que integraba la temible patota torturadora y genocida de Agustín Feced. Durante los años de plomo, Zitelli fue un engranaje clave en la metodología represiva del terrorismo de Estado. Con este historial escondido debajo de su sotana, llegó a Casilda para ejercer el sacerdocio una vez recuperada la democracia, función que cumplió hasta el 2010. Durante aproximadamente veinte años, este personaje siniestro se movió por esta comunidad como una “autoridad religiosa”, formando parte de las principales instituciones casildenses y participando en todo acto oficial que se realizara. Nunca olvidaremos la conmemoración del Bicentenario de la Patria, donde también fue invitado a ocupar el palco de las autoridades, entre representantes que habían sido elegidos por el voto popular democrático.

Gracias a la lucha de Umano y el apoyo incondicional de los organismos defensores de los derechos humanos de Rosario: Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, Familiares de detenidos y desaparecidos por razones políticas y Liga Argentina por los derechos humanos, se le imputó al Capellán, -con el invalorable trabajo del equipo legal de los organismos-, de los delitos de privación ilegal de la libertad, agravada por mediar violencia y amenazas, que tuvieron como víctimas, entre otros, a Patricio Downes, Tomasa Verdún, José Raúl Villarreal, María del Rosario Ortiz de Villarreal y Miguel Angel López, Graciela Borda Osella, María de las Mercedes Sanfilippo, Olga Cabrera Hansen, María Inés Luchetti de Bettanin, Elba Ferraro de Bettanin, Darío Castagnani, María Herminia Acevedo de Fernández, Mónica Cattoni y Eduardo Bracaccini. Sólo su muerte pudo evitar que se sentara en el banquillo de los acusados por delitos de lesa humanidad. Sin embargo, el multitudinario escrache realizado en 1999 devino en condena social que pesará sobre su nombre para siempre.

En Umano, hicieron suyo el lema “Memoria, Verdad y Justicia”; nuestra querida Gladys Bracaccini, quien pronunció una y mil veces el nombre de su hijo Eduardo Bracaccini y los de todxs lxs detenidxs desaparecidxs de la región; el infatigable Mario Censi; la admirable fiscal Mabel Colalongo; la decidida docente Stella Tarquini; la inolvidable compañera Stella Clerici, entre muchxs otrxs, que consideramos que lxs treinta mil detenidxs/desaparecidxs nos faltan a todxs. Con el correr de los años y a través de un trabajo colectivo, fuimos recuperando los nombres de lxs detenidxs-desaparecidxs locales, les pusimos rostros e intentamos reconstruir sus historias: Carlos Enrique Daniel Furh, Alicia "Kity" Gladys Noemí Fuhr, Sergio "Turco" Jallil, Juan P. Belluz, Daniel Felipe Farías, María Esther Mignini, Miriam Moro, Antonio Ángel López, Inés Serra y Eduardo Julio Bracaccini. Sin embargo, estamos seguros de que aún restan recuperar más historias vinculadas a Casilda, que el tiempo se encargará de descubrir.

En este recorrido histórico que lleva cuatro décadas, las organizaciones de derechos humanos tuvimos que narrarle a las nuevas generaciones el genocidio perpetrado contra nuestro pueblo, para que se apropiaran de un pasado que no vivieron pero que indiscutiblemente les pertenece, y así reconstruir las vidas truncadas de nuestrxs treinta mil compañerxs detenidxs desaparecidxs.

Hasta aquí llegó Umano, considerando haber cumplido la tarea y en ese sentido siempre estaremos agradecidxs a quienes nos acompañaron durante estos 28 años. Sin ese apoyo, nada de lo que humildemente logramos, hubiera sido posible. Llevaremos, indelebles en nuestra memoria colectiva, a lxs compañerxs que perdimos a lo largo de todo este tiempo y en nuestros corazones, albergaremos con amor sus rostros, voces, valentía y entrega. Aún resta mucho por hacer y Umano hizo lo que le tocaba lo mejor que pudo, esperando haberlo hecho bien. Nos seguiremos encontrando en las calles cada 24 de marzo, cuando es imprescindible abrazarnos para gritar:

30.000 compañeras y compañeros desaparecidxs: ¡Presentes, Ahora y Siempre!

Unidos por la Memoria y Ante el Olvido (Umano)

Etiquetas: Unidos por la Memoria y Ante el Olvido (Umano)