Juan Milito

Cuando la Multisectorial contra los Tarifazos de Rosario comenzó la lucha, que luego se propagó por todo el país, no se tenía real dimensión del reclamo: “No a los tarifazos, no a los despidos, no al hambre, por la producción y el empleo”. Hoy, luego de varios meses, y ante la pérdida permanente del poder adquisitivo, se siente en los flacos bolsillos, en los comercios sin ventas, en las calles vacías, en las rutas tranquilas, en los merenderos y comedores que aumentan, en los rostros de bronca o resignación de la gente.