Fue un futbolista que comenzó su carrera en Newell’s, y también jugó en Central, Boca, Huracán, la selección y Peñarol de Montevideo. Elio Rubén era conocido como "el Loco" por algunas excentricidades, entre ellas, que era peronista.

Elio Rubén Montaño fue un jugador de fútbol nacido en Casilda. Comenzó su carrera futbolística en Newell’s y también jugó en Central, Boca, Huracán, la selección y Peñarol de Montevideo.

Además de su extraña facilidad para resolver al enfrentar a los arqueros (era un 9 de área, habilidoso, escurridizo, rápido y astuto), a Montaño se lo conocía como “el Loco” por algunas excentricidades, entre ellas, que era peronista.

Corría diciembre de 1955, el general Perón estaba asilado en Panamá (el 16 de septiembre un golpe militar lo había destituido) y ese año una de las figuras futbolísticas del torneo de AFA había sido Montaño, centrodelantero y goleador de Huracán, equipo que realiza una gira en Centroamérica.

El “Loco”, antes del último partido, solicitó permiso y fue a visitar a Perón, quien lo recibió con alegría y lo invitó a pasar la Nochebuena con él, la primera en el exilio. Luego le tuvo que conseguir un pasaje de regreso ya que Huracán había partido. Al llegar a Ezeiza los servicios de Inteligencia de la Libertadora lo llevaron detenido a la Casa de Gobierno, entre 10 y 12 horas. “¿Qué le dio Perón en Panamá?”, me preguntaba un uniformado, tras lo cual yo, abriendo los brazos, me acerqué e hice el ademán de abrazarlo. Lo que casi equivalió a una condena. Era la verdad. Yo solamente había recibido un simple abrazo de Perón y para mí era lo máximo”, rememora.

Una de las anécdotas más significativa para Elio Rubén Montaño es la de los titulares de los diarios uruguayos, cuando se supo de su transferencia: “Peñarol trae a un delantero peronista”. No importaba si era bueno o no. Si podría reemplazar a Schiaffino (vendido al Milán) o ser goleador. El problema estaba en su condición política. (Fuente: Víctor Lupo, del Movimiento Social del Deporte)