04/08/1976 - Es asesinado el obispo Enrique Angelelli

Regresaba de Chamical, donde 15 días antes habían sido secuestrados, torturados y asesinados los jóvenes sacerdotes Gabriel Longueville y Carlos de Dios Murias. En la camioneta llevaba una valija con documentos recogidos para esclarecer estos crímenes.

ANGELELLI2

Enrique Ángel Angelelli Carletti fue asesinado por la dictadura militar, y su eliminación fue fríamente planificada, según concluyó el Tribunal Oral Federal de La Rioja cuando impuso prisión perpetua para el ex general Luciano Benjamín Menéndez y el ex vicecomodoro Luis Fernando Estrella por haber sido “autores mediatos de homicidio doblemente calificado por el concurso de dos o más personas y por procurar la impunidad.

El 4 de agosto de 1976, el cuerpo del obispo de La Rioja, Enrique Angelelli, fue encontrado al costado de la ruta 38, camino a la capital provincial. La camioneta furgón en la que viajaba dio varias vueltas antes de que saliera expulsado. Su acompañante, el entonces vicario episcopal, Arturo Pinto, sufrió numerosos golpes y perdió la conciencia, pero salvó su vida. Cuando la policía encontró el cuerpo de Angelelli, estaba llamativamente dispuesto sobre la tierra. Ambos religiosos regresaban de Chamical, donde unos quince días antes habían sido secuestrados, torturados y brutalmente asesinados los jóvenes sacerdotes Gabriel Longuevilley Carlos de Dios Murias. El obispo había oficiado la misa del entierro el 22 de julio y en la camioneta llevaba una valija con documentos recogidos para esclarecer estos crímenes.

La investigación judicial había recibido en las últimas semanas del juicio un impulso inesperado desde el propio Vaticano luego de que el Papa enviara dos documentos secretos. Se trató de una carta del propio Angelelli dirigida al nuncio Pío Laghi en la que advertía estar amenazado, y otra con el relato detallado, día por día, del asesinato el 18 de julio de 1976 de los curas tercermundistas Gabriel Longueville y Carlos Murias.

Angelelli fue un obispo comprometido con la opción por los pobres y desde su asesinato en 1976 se transformó en una figura emblemática de quienes pregonan una iglesia cercana a los excluidos. En tal sentido, será beatificado este año por la Iglesia Católica, por decisión del papa Francisco. La beatificación es el paso previo al reconocimiento de un fiel católico como santo. Junto con el ex obispo riojano serán beatificados además los sacerdotes Murias y Longueville, y el laico católico Wenceslao Perdernera, también víctimas de la represión de la dictadura.

Según Marcelo Colombo, actual obispo riojano y vicepresidente segundo de la Conferencia Episcopal, la decisión de Francisco es "un reconocimiento a los testigos valientes del Reino de Dios en la Argentina" y un "aliciente para no cejar en el anuncio" que deben hacer los cristianos. Para el obispo riojano la determinación papal es a su vez una forma de reafirmación de una línea de trabajo de una Iglesia "cercana a la gente, a los pobres, a los excluidos, que no siempre son considerados".