Murieron diez bomberos y rescatistas, y dos sobrevivientes se suicidaron. En el depósito se quemaron millones de papeles que, se sospecha, daban pistas de millones de dólares fugados del circuito legal. La investigación avanza, pero no sobre las responsabilidades de los funcionarios.

El incendio en el depósito de la empresa Iron Mountain del barrio de Barracas (Buenos Aires) encubre una oscura trama donde se entretejen causas de lavado de dinero que involucran a grandes empresas, falta de controles de parte del gobierno porteño y la muerte de 10 bomberos y rescatistas. Las llamas devoraron millones de papeles que, se sospecha, daban pistas de millones de dólares fugados del circuito legal. El rol de Mauricio Macri, entonces jefe de gobierno porteño, es crucial tanto en lo vinculado a delitos financieros como a la responsabilidad estatal. La investigación avanza, pero no sobre las responsabilidades de los funcionarios. Los familiares de las víctimas denuncian encubrimiento y dos sobrevivientes se suicidaron. Tres peritajes confirmaron que fue intencional. Pero la lentitud del poder judicial y el blindaje mediático tanto a los supuestos damnificados como a Macri han logrado borrar esta historia emblemática de la agenda pública.