Cuando la Multisectorial contra los Tarifazos de Rosario comenzó la lucha, que luego se propagó por todo el país, no se tenía real dimensión del reclamo: “No a los tarifazos, no a los despidos, no al hambre, por la producción y el empleo”. Hoy, luego de varios meses, y ante la pérdida permanente del poder adquisitivo, se siente en los flacos bolsillos, en los comercios sin ventas, en las calles vacías, en las rutas tranquilas, en los merenderos y comedores que aumentan, en los rostros de bronca o resignación de la gente.

Foto: Franco Trovato Fuoco.

Las Multisectoriales contra los Tarifazos organizaron “velazos” frente a las oficinas de la Empresa Provincial de la Energía (EPE) en distintas ciudades de la provincia para protestar por los descomunales incrementos en las facturas de ese servicio público. La actividad se realizó el jueves 24 por la noche, víspera de la primera Audiencia Pública convocada para tratar el nuevo aumento, en la ciudad de Santa Fe.

“Repudiamos la audiencia pública por dos motivos”, dijo Juan Milito en el acto de Rosario, y enumeró: “En primer lugar, porque hay una instancia judicial abierta en base a la Ley 10.000 (Protección de Intereses Difusos), cuestionando el aumento del mes de enero, frente a la cual la provincia hace oídos sordos”. La segunda razón tiene que ver con la localía: “Hacen una audiencia pública en Santa Fe. Nosotros estamos pidiendo que se haga también en Rosario, que tiene muchos más consumidores”.

¿Qué implica para los bolsillos el nuevo aumento que pide la EPE del 37 por ciento para 2017? Un 170 por ciento más, por acumulado, respecto a 2015. “Son aumentos salvajes, que van en línea directa con lo que propone el gobierno nacional y su ministro de Energía, Juan José Aranguren. Los que pagaban 100 pesos en diciembre de 2015, abonarán 270 en abril”, enfatizó Milito. Y recordó la participación de la Multisectorial en la audiencia pública por el agua, donde la empresa que la gerencia pidió una suba del 89 por ciento para 2017 sin tener en cuenta que este servicio, desde 2008 a la fecha, subió 1.800 por ciento sobrepasando los índices inflacionarios medidos por organismos públicos y privados.

¿Hay conciencia sobre estas escaladas? “Algunos sí tienen, otros no; otros reaccionan cuando les llega la factura, por ejemplo con el caso del gas. La movilización popular logró frenar los aumentos. Hay gente que dice ‘sólo me vinieron 100 pesos de gas’, pero no se dan cuenta que fue por el reclamo antagónico a la insensibilidad de los gobernantes”, describió.

Desde la Unión de Usuarios y Consumidores, Alberto Muñoz aseguró: “Con estos niveles, sumados al aumento de los alimentos, y teniendo en cuenta que las paritarias cerraron en un promedio del 30 por ciento, se le está cortando una parte importante del salario a los trabajadores. La gente tiene que dejar derechos para poder pagar los servicios que serán extremadamente altos”.

“El Estado debe garantizar estos servicios y subsidiar a las empresas que los brindan para que puedan llegar a todos los hogares. Y no actuar como empresas privadas”, dijo Miguel Zamarini en representación del espacio Igualdad y Participación que integran los diputados Silvia Augsburguer y Rubén Giustiniani. “¿Cómo vamos a pedir que ciertas actividades privadas, el mercado laboral o el proceso industrial estén garantizados, cuando justamente el Estado no garantiza las suyas?”, cuestionó. Y recordó que las excepciones, como los casos sociales, “terminan en nada”. (Fuente: Redacción Rosario)

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