20 de Noviembre: Día de la Soberanía Nacional

20 de Noviembre: Día de la Soberanía Nacional

Hoy, como ayer, vienen por nuestros recursos naturales, a llevarse nuestras riquezas y dejarnos pobreza. En 1845 lo impedimos; en 2025, Milei acordó con Trump para que Estados Unidos pueda llevarse lo que quiera.

En 1845, las dos más grandes potencias de la época, ingleses y franceses, vinieron a intentar remontar el río Paraná para comerciar directamente con las provincias, imponiendo sus condiciones, siempre más ventajosas para ellos. Esto mismo intenta hoy el embajador de Estados Unidos, Peter Lamelas, con la diferencia que aquella vez ingleses y franceses se encontraron con la resistencia del gobierno de Juan Manuel de Rosas; en cambio, hoy, el gobierno de Donald Trump tiene el acuerdo de Javier Milei para llevarse lo que quiera a través de un simulacro de acuerdo comercial.

La transacción es siempre la misma: nosotros entregamos materias primas baratas y ellos nos encajan productos elaborados sobrevaluados, desde la época de los espejitos de colores de los conquistadores hasta ahora, siempre lo mismo, impidiendo que nosotros elaboremos los productos, única manera de crear trabajo.

Ahora vienen por el litio, los minerales -raros y no tan raros-, el agua dulce… y nos darían, según el reciente acuerdo comercial entre Trump y Milei, productos que tranquilamente podríamos elaborar acá y que generarían la creación de miles de puestos de trabajo, además de materias primas como lácteos y carnes, por ejemplo.

Según la visión historiográfica de Mario Pacho O’Donnell, “La Vuelta de Obligado es, junto con el Cruce de los Andes, una de las dos mayores epopeyas militares de nuestra patria. Una gesta victoriosa en defensa de nuestra soberanía política, económica y territorial”. Su visión histórica le permite afirmar que “la estrategia de Rosas y Mansilla tuvo éxito y las grandes potencias se vieron obligadas a capitular aceptando las condiciones impuestas por la Argentina”.

Para O’Donnell, la intervención anglo-francesa tenía claros motivos económicos. El historiador describe que los europeos deseaban expandir sus mercados utilizando sus nuevos barcos que les permitían internarse en los ríos interiores; también independizar Corrientes, Entre Ríos y Misiones formando un nuevo país, la ‘República de la Mesopotamia’, que haría del Paraná un río internacional de navegación libre.

“Insólitamente, hay argentinos que siguen empeñados en negar la importancia de Obligado y hasta objetan la victoria patriota. Pero lo que demuestra su derrota es que no se cumplieron ninguno de los objetivos de la invasión de las potencias: las provincias litorales siguen siendo argentinas, el Paraná es un río interior de nuestro territorio y la Argentina no es un protectorado británico, como habían acordado los unitarios con las potencias «interventoras»”, concluye el legendario historiador.

Serían otras las formas, más sutiles y eficaces, que las potencias invasoras, sobre todo Inglaterra, pondrían en juego en el futuro para restañar las heridas y para dominar hasta 1945 nuestra economía, nuestra política y nuestra cultura con la complicidad de sus «socios interiores».

Sin dudas, según pasan los años, la invasión de las potencias sigue siendo objetivo de los imperios. Hoy es Estados Unidos con Trump quien establece el margen de negociación con el presidente Milei, quien sería el representante político del círculo rojo o de socios interiores. Lo secundan en este rol protagónico los gobernadores alineados incluyendo a los de Provincias Unidas.

Para eso se instala Lamelas en Argentina: para recorrer las provincias y señalar en cada una de ellas la magnitud cualitativa y cuantitativa de nuestros recursos naturales con los que anhelan quedarse.

La Vidriera
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