Es reconocida como una de las poetas más intensas y singulares de la literatura argentina y latinoamericana del siglo XX.
El 25 de setiembre de 1972 falleció en Buenos Aires Alejandra Pizarnik, reconocida como una de las poetas más intensas y singulares de la literatura argentina y latinoamericana del siglo XX.
Nacida en Avellaneda en 1936, Pizarnik construyó una obra breve pero profundamente original, atravesada por temas como la soledad, el desarraigo, la infancia, el silencio y la muerte. Su estilo se caracterizó por un uso preciso del lenguaje, una voz íntima y desgarradora, y la capacidad de transformar la angustia personal en imágenes poéticas de gran belleza y potencia.
Entre sus libros más destacados se encuentran «La tierra más ajena» (1955), «Árbol de Diana» (1962), «Los trabajos y las noches» (1965) y «Extracción de la piedra de locura» (1968). Su producción continúa siendo objeto de estudios críticos y ha influido en numerosas escritoras y escritores contemporáneos.
Hoy, la figura de Alejandra Pizarnik sigue ocupando un lugar central en la poesía de habla hispana. Su legado literario, marcado por la intensidad y la búsqueda incesante de sentido, permanece vivo en cada nueva lectura de sus textos.














