A la larga lucha de los jubilados que se convocan todos los miércoles frente al Congreso, se fueron sumando diferentes sectores sociales.
A la larga lucha de los jubilados que se convocan todos los miércoles frente al Congreso, como símbolo de rebeldía contra los míseros y magros ingresos que les corresponden al sector pasivo, se fueron sumando diferentes sectores sociales que también vienen siendo atacados con ajustes económicos junto a insultos verborrágicos. Entre ellos, desde el ámbito sanitario, las marchas de profesionales del Garrahan y de otros efectores públicos, como por ejemplo el Posadas, entre otros; también desde el ámbito educativo o del área de investigación, principalmente las protestas de docentes universitarios e investigadores del Conicet.
Las marchas se replican en plazas en todo el país, como también ocurre en Casilda, donde los miércoles se convocan jubilados independientes con otros sectores en pie de alerta, como los integrantes de la Asamblea por la Democracia y la Soberanía.
Estos reclamos populares son acompañados por legisladores de la oposición, que parecen estar dispuestos en ponerle un freno a Milei. Ocurrió cuando aprobaron las leyes de Emergencia en Discapacidad, del aumento a jubilados, de la moratoria Previsional, del financiamiento y salarios del Garrahan y la asistencia a Bahía Blanca por los desastres naturales luego del temporal de marzo pasado.
Milei vetó todo. Esta semana, en Diputados, se logró el rechazo al veto contra la Ley de Emergencia en Discapacidad.














