El senador provincial Eduardo Rosconi encabezó una nueva jornada territorial recorriendo las localidades de Villada, Gödeken y Berabevú, donde mantuvo encuentros con representantes de entidades intermedias de cada comunidad. Las reuniones se desarrollaron junto a los presidentes comunales Diego Dealbera (Villada), Juan Sebastián Rucci (Gödeken) y “Leo” Bagnasco, presidente comunal electo en Berabevú.

Más allá de la entrega de aportes económicos gestionados a través del Programa de Fortalecimiento Institucional de la Cámara de Senadores, el foco estuvo puesto en el diálogo directo con las instituciones, donde Rosconi destacó “la importancia de escuchar, entender y acompañar”.

Las entidades involucradas abarcan todas las áreas de la vida comunitaria: salud, educación, cultura, deporte, asistencia social, protección animal, clubes, cooperadoras escolares y centros de jubilados, entre otras.

“Nuestro trabajo es gestionar con los pies en el territorio, no detrás de un escritorio. Cada peso que vuelve a estas instituciones es un acto de justicia, porque son recursos que la misma comunidad aporta a través de sus impuestos”, señaló Rosconi.

En un contexto donde la participación ciudadana muchas veces se reduce, el senador puso en valor a quienes siguen sosteniendo el entramado comunitario: “Las entidades intermedias son el alma de nuestros pueblos. Son las que organizan, cuidan, contienen y, aún en tiempos difíciles, siguen trabajando. Este acompañamiento no es solo económico: es un reconocimiento al enorme esfuerzo humano de quienes hacen que las instituciones sigan vivas”.

Estas visitas, que forman parte del trabajo constante de cercanía del legislador en el departamento Caseros, refuerzan la alianza estratégica con los gobiernos locales y el compromiso con un modelo de gestión basado en la presencia, la escucha activa y la respuesta concreta.

Conocer de primera mano las realidades que atraviesan las instituciones es clave para brindar respuestas concretas. Por eso, cada encuentro territorial tiene como eje central el diálogo cara a cara con quienes están al frente de estas organizaciones, permitiendo relevar en detalle sus necesidades y construir soluciones acordes a cada contexto. Esta metodología no solo fortalece los vínculos, sino que garantiza que los recursos gestionados lleguen a donde realmente hacen falta, con impacto directo en la vida cotidiana de las comunidades.