En esta época del año, y más aun con las condiciones que se han presentado en la región: grandes precipitaciones, temperaturas elevadas y alta humedad relativa, se hizo propicio el desarrollo de una gran diversidad de plagas domiciliarias. Entre ellas podemos situar algunos representantes de la clase Insecta como mosquitos, moscas, jejenes y cucarachas o de la clase Arachnida como alacranes y arañas.

La intervención del hombre en el ambiente y los desequilibrios que ocasionamos hace que determinadas especies animales se multipliquen y diseminen con mayor facilidad. En adición, el efecto del Cambio Climático trae aparejado, junto con las “alteraciones” en el clima, cambios en las especies presentes, consideradas por el hombre como plagas. Algunas de ellas con el agravante que son transmisoras de enfermedades. El caso del mosquito Aedes aegypti (vector del dengue) es el más conocido por todos. En el transcurso de los últimos años esta especie avanzó hacia el sur del país debido a los cambios en el clima que hicieron propicia su vida y su multiplicación.

En el caso de los grupos de plagas nombradas podemos tomar diversas medidas y a diferente escala. En nuestros domicilios muchas veces actuamos con la misma lógica que se suele hacer en otros ámbitos, como en la actividad agropecuaria. La primera opción es el control químico con la sustancia más simple de aplicar y que perdure mucho tiempo. Sin considerar otras variables como nuestra salud o la de las mascotas que tenemos o de otra especie animal y la generación de resistencia de la plaga en cuestión.

Más allá de que esta lógica es poco efectiva, lo recomendable es pensar primero en cómo prevenir. Si la plaga está instalada, hay que ver cómo disminuir su multiplicación dificultándole condiciones que le den habitad y alimentos adecuados. Posteriormente, utilizar métodos físicos que impidan el ingreso a nuestro domicilio o a lugares de tránsito y, finalmente, en momentos estratégicos y de forma complementaria, utilizar químicos. Existen sustancias orgánicas o biológicas de bajo impacto en el ambiente y para la salud del hombre. La última opción es pensar en sustancias de síntesis de mayor toxicidad, utilizando sólo las de venta libre y con las precauciones correspondientes.
El contexto ambiental y nuestros hábitos determinan que estas plagas seguirán presentes por mucho tiempo. Por ello, aprendamos de las dinámicas de vida de éstos para poder prevenir y controlar su presencia con el menor impacto en la salud de todos. (Inta Casilda)

Etiquetas: Inta Casilda, Alacranes, Plagas, Mosquitos, Moscas, Arañas