Proyectan “Una flor para las tumbas sin nombre”

La película, que nace con el caso de Yves Domergue, desaparecido durante la dictadura militar y enterrado como NN en Melincué, será exhibida en el Teatro Dante, el jueves 16, a partir de las 19,30 hs. Antes, en una librería se realizará un café compartido con el director del film, la productora y Eric Domergue, hermano de Yves.

El jueves 16, desde las 19,30 hs., en el Teatro Dante, se proyectará “Una flor para las tumbas sin nombre”, largometraje documental sobre hechos reales ocurridos en Melincué en épocas de la dictadura militar.

En la previa, a las 18 hs., en la librería de España y Buenos Aires se realizará un café compartido con el director del film, Daniel Hechim; la productora, María Eugenia Bertone, y Eric Domergue, hermano de Yves Domergue, desaparecido durante la dictadura militar y enterrado como NN en Melincué, caso que dio inicio a la película.

Las dos actividades son gratuitas, organizadas por la Dirección de la Escuela Nº 417 “Colonia Candelaria” y auspiciadas por la Secretaría de Educación y Cultura de la Municipalidad de Casilda.

La película

En una localidad del interior del país, más precisamente en Melincué, al sur de la provincia de Santa Fe, tirados en un campo, en 1976, se encontraron dos jóvenes ejecutados a balazos que fueron enterrados como NN.

Melincué era una pujante Villa Turística que por esa época también sufría inundaciones que duraron 30 años. Conviviendo con este drama, los pobladores preservan la memoria de los jóvenes y buscan conocer su identidad. Pocos son los indicios con que se cuentan: el saco del joven, que se descubre que fue confeccionado en una localidad cercana; las fotos del expediente de los jóvenes muertos, que se publican en los diarios nacionales y locales pero que nadie llama reconociéndolos; unas huellas dactilares, que el Registro Nacional de Personas no identifica.

Los distintos habitantes, gente común de Melincué, son los protagonistas de esta historia: la hija de un chacarero que encuentra los cuerpos muertos, un empleado judicial que protege y conserva obsesivamente el expediente, dos amas de casa que llevan siempre flores a las tumbas sin nombre, un sepulturero que ubica las fosas luego de que el cementerio quede bajo agua, una docente y sus alumnos de secundaria que llevan adelante un trabajo de investigación sobre derechos humanos.

Entre todos, durante más de 30 años, en una cadena de pequeñas acciones solidarias, mantuvieron viva la memoria de estos jóvenes asesinados por la dictadura y les posibilitaron devolverles la identidad.

Etiquetas: Teatro Dante, Secretaría de Educación y Cultura, Escuela Nº 417 “Colonia Candelaria”, Dictadura militar, Derechos Humanos