Lo que se viene: Ajustes

El gobierno ya anunció un nuevo aumento en las tarifas. Además, crece la tasa de referencia del Banco Central y se encarece el crédito sobre todo para consumo. Como si fuera poco, continuarán las presiones y negociaciones por la reforma laboral, gremio por gremio, como ya lo hicieron con los petroleros.

LOQUESEVIENEAJUSTES2

Luego de obtener el 40 % en las elecciones del domingo pasado, el gobierno va a avanzar con los ajustes, pese a que el 60 % le votó en contra.

Lo que se viene es el aumento de las tarifas, especialmente de gas y de energía eléctrica, como ya fue anunciado, que rondaría el 40 %.

De hecho, el domingo por la noche, sin esperar demasiado luego del triunfo electoral que ellos consideran habilitante para avanzar con cualquier medida, aumentó la nafta.

Otra medida que no se hizo esperar fue el aumento de la tasa de referencia del Banco Central, que ya llega a 27,75 % y, en vez de cumplir con el objetivo buscado de bajar la inflación, promueve la especulación financiera, la bicicleta que le dicen, encareciendo el crédito sobre todo para consumo.

Todo esto repercute en el aumento de los precios, sobre todo en los de los alimentos, que en vez de estar más baratos por la caída de las ventas, se reconvierten en segundas y hasta terceras marcas bajando la calidad de los mismos.

Flexibilización Laboral

El martes pasado, la CGT se reunió durante más de dos horas con el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, y el vicejefe de Gabinete, Mario Quintana. Al finalizar, los dirigentes sindicales Juan Carlos Schmid y Héctor Daer, dos de los triunviros de la CGT, advirtieron que cualquier reforma deberá ser conciliada y que la central obrera no resignará los convenios colectivos de trabajo.

Schmid indicó que la central obrera pondrá límites a la reforma que el oficialismo pretende imponer en términos de flexibilización de derechos laborales y cambios regresivos en los convenios colectivos de trabajo. “Cualquier modificación va a ser acordada en cada mesa de negociación colectiva”, opinó.

Hay que tener en cuenta que la embestida macrista contra los salarios y los derechos de los trabajadores se va a dar por sector y no en forma general a través de una reforma legislativa. De esta forma piensan presionar e incluso comprar voluntades, gremio por gremio, como ya lo hicieron con los petroleros.