Los golpes de Estado cambian de forma. Ya no usan botas, ni uniforme. Tampoco armas de guerra. Pero triunfan, como acaba de triunfar en Brasil. Dilma Rousseff fue destituida de la presidencia de Brasil, tras un fallo en el Senado brasileño que puso fin a 13 años de gobierno del PT, gobiernos (todos) elegidos democráticamente.

“Una mayoría de 61 senadores se pronunciaron en favor del sí”, señaló el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lewandowski, a cargo de supervisar el juicio político contra Rousseff, que fue impulsado por una oposición brasileña dispuesta a utilizar la mentira y los medios para conseguir el poder que no le dieron las urnas.

Rousseff fue la primera mujer que llegó a la presidencia de Brasil, y estaba suspendida desde mayo tras ser acusada de manipular las cuentas públicas para asegurar su reelección en 2014 y continuar con esa práctica al año siguiente.

La presidencia, ahora, quedará en manos del derechista Michel Temer, de 75 años, quien ya ocupaba el cargo provisorio desde la suspensión de la presidenta elegida por el voto popular. Temer asumirá también por el voto, pero de apenas 61 senadores.

El lunes, en su defensa en el Senado, Rousseff había advertido que la de este miércoles sería “la elección indirecta de un gobierno usurpador”. Acusó a Temer de orquestar el golpe de Estado y se defendió de las acusaciones. El golpe estaba realizado. Dilma Rousseff dejó la presidencia de Brasil. (Fuente: Diario Tiempo Argentino)

Repudio de presidentes y expresidentes de Latinoamérica

El exmandatario uruguayo José Mujica, mientras participaba del lanzamiento de una jornada de intercambio entre varios sindicatos de Suramérica, afirmó: “A esta mujer la están condenando por no haber entrado en la corrupción. Lo que hubo en Brasil fue un golpe de Estado. Pónganle el nombre que quieran, pero es así”.

Cristina Fernández de Kirchner aseguró que el juicio político “es una articulación de los partidos judiciales, los mediáticos y la locura de un Congreso que sin ningún tipo de fundamento la destituyó en un juicio político”. Sostuvo que este día entrará a la historia negra de la región “porque teníamos una construcción democrática, como pocas veces tuvimos en la región, gobiernos que llegaban con votos, que además incluían a millones de latinoamericanos, argentinos, brasileños y venezolanos”.

Además, Ecuador, Bolivia y Venezuela decidieron congelar relaciones políticas y diplomáticas con Brasil tras el golpe parlamentario contra la mandataria Rousseff. Cuba también se manifestó en contra del golpe de Estado en Brasil y la separación del Gobierno de Rousseff, que se produjo “sin que se presentara ninguna evidencia de delitos de corrupción ni crímenes de responsabilidad, y con ella del Partido de los Trabajadores (PT) y otras fuerzas políticas de izquierda aliadas, constituye un acto de desacato a la voluntad soberana del pueblo que la eligió”. (Fuente: www.telesurtv.net)

Macri respaldó la destitución

El gobierno de Mauricio Macri salió a respaldar la destitución de Dilma Rousseff de la Presidencia de Brasil. A través de un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, encabezado por Susana Malcorra, manifestó que “respeta el proceso institucional verificado en el hermano país”.

Además, el gobierno nacional expresó “su deseo de continuar trabajando con el Gobierno de Brasil para la resolución de los temas de mutuo interés”.

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