El calzado, contra las importaciones: Acebal cosecha los frutos del modelo

Si combinamos la caída abrupta del consumo y la apertura indiscriminada de las importaciones, sumado a otros factores no menores, como tarifazos, contrabando y tures de compras en países, tenemos como resultado la angustia que abate a la comunidad de Acebal, de seis mil habitantes, cuya economía depende fundamentalmente de su jaqueada industria del calzado.

ACEBAL2(Foto: Andrés Macera)

La situación hizo que el jefe comunal, Daniel Siliano –hombre del sector y nieto del creador de la primera fábrica de calzado del pueblo–, redoblara sus esfuerzos para dar visibilidad a una crisis que amenaza con precipitar el cierre de plantas y dejar un tendal de despedidos.

En Acebal están radicadas 35 de las 140 fábricas de calzado de la provincia, pero la industria involucra a otros actores. “Están los talleres de aparados, donde se cose la parte superior de los productos; la fábrica de cajas de cartón; los comisionistas que embalan y llevan a Rosario a despachar en las empresas de transporte; el viajante que sale a vender a los clientes; y el que hace las máquinas: acá hay matriceros, torneros”, detalla Siliano.

La planta de Acebalplast, empresa fundada en 2009, ocupa 600 metros cuadrados y se dedica a la producción de bases para ojotas. Entre 2010 y 2014 sus máquinas trabajaron las 24 horas ininterrumpidas; en la actualidad, la actividad se redujo a la mitad. “No hay expectativas. No vendemos ni bueno, ni bonito, ni barato”, sostiene Alejandro Cali, dueño de la fábrica, y alerta: “Si no hay cambio de política, si no hay consumo interno, si no controlan el contrabando y la importación, esto se agrava en noviembre y diciembre”.

“Hay mal humor en el pueblo. A ellos no les alcanza el sueldo”, dice Cali y alerta sobre el impacto que podrían tener los despidos en toda la comunidad: “Un empleado en la calle no consume”.

Cuando se le consulta a Siliano, sobre la crisis actual en relación a otras etapas de la historia reciente, el jefe comunal dice que algunos empresarios la ven peor que lo sucedido en 2001. “Aquello fue muy duro, yo estuve a punto de perder el galpón donde tenía toda la fábrica instalada, pero algunos están diciendo que esto es más grave. Es más profundo. Es algo más de fondo”.

Siliano ha sido parte activa de la movilización del pasado 13 de julio en la plaza del pueblo, donde confluyeron los fabricantes, trabajadores y vecinos de Acebal. (Fuente: Redacción Rosario)

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